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Por qué deberíamos siempre cargar nuestra escena antes de un concierto

En general, no tengo manías ni supersticiones de ningún tipo. Me considero un tipo normal, y por lo general confiado con mis compañeros de profesión (excepto cuando alguien tiene que salvar/cargar una escena, si soy yo el responsable de sonido no le dejo a nadie hacerlo, jeje).

Sin embargo, a veces el exceso de confianza puede hacernos cometer errores (pero eso es bueno porque de todo se aprende) y hoy voy a hablar de una situación que ya me ha sucedido un par de veces y que (espero) no dejar más que me vuelva a suceder.

Trabajando como técnico de un grupo

Cuando se trabaja como técnico de un grupo, normalmente no tenemos que montar, desmontar, cablear, ajustar ni ninguna de las misiones que habitualmente corresponde a los técnicos de la empresa. En este caso nuestra misión consiste en llegar al lugar del evento, saludar al equipo técnico, comprobar que todo está correcto, chequear el sistema y lanzarnos a hacer nuestra prueba de sonido, para posteriormente mezclar la actuación en directo.

En el caso de festivales o actuaciones de varios grupos, mi principal preocupación en estos casos es llevarme mi escena, una vez terminada la prueba, almacenada en una memoria USB. De esta forma me aseguro que si alguien borra o modifica por error mi trabajo, puedo recuperarlo fácilmente.

En el caso de actuaciones donde hay un único grupo y yo soy el técnico que va a operar la mesa, hasta ahora me parecía que bastaba con hacer la prueba, grabar la escena y bloquear la mesa (guardando como siempre la escena en la memoria USB por si hubiese una catástrofe). Sin embargo, la experiencia me ha hecho aprender que eso no es suficiente.

Técnicos asistentes

Siempre que me encuentro con un equipo ya montado, me encuentro también con un técnico asistente. En las ocasiones contrarias, cuando yo monto un equipo y un técnico de una compañía viene a operar la mesa, yo soy el técnico asistente.

Es una figura fundamental, ya que es quien conoce el equipo que hay montado y debe dar soluciones a cualquier problema que le surja al técnico operador.

A la hora de guardar/cargar memorias en la mesa, el técnico asistente tiene que estar muy pendiente para que todo vaya como la seda. Cualquiera puede pulsar el botón inadecuado y borrar de un plumazo todas las memorias de una mesa de mezclas digital.

Y desde luego, lo que nunca debería hacer un técnico asistente es modificar una memoria de otro técnico.

Un par de sorpresas que me he llevado este año

Aunque no me había pasado nunca, este año he sufrido el mismo problema dos veces. En ambos casos se trataba de conciertos en los que sólo actuaba un grupo y yo era, por tanto, el único técnico operador.

Así que hice la prueba, guardé la escena, bloqueé la mesa y, como nadie iba a tocar la mesa hasta la actuación, no volví a cargar la escena antes de empezar. Craso error. No lo volveré a hacer. Y la explicación es muy sencilla.

En el primer concierto con sorpresa, nada más empezar enseguida vi la cara de los músicos (sólo había dos) indicándome que necesitaban más envío de monitores (se mezclaba P.A. y monitores desde la misma mesa). Fue en ese momento cuando descubrí que el técnico asistente me había apagado los buses de salida de los monitores (yo nunca los apago al terminar la prueba). Así que tuve que desmutear dichos buses para que por fin hubiese monitores. Mal hecho por parte del técnico asistente, pero error mío por pensar que nadie podía haber modificado nada.

El segundo incidente fue muy parecido, ya que era el mismo caso: sólo actuaba un grupo y yo el único técnico.

Al llegar al lugar y ponerme a configurar la mesa, el técnico asistente me indica que tiene configurados los «bypass» de los efectos en unas teclas de acceso rápido. Yo le comento que no se preocupe, que no lo voy a utilizar para nada (no me gusta «bypassear» los efectos, prefiero bajar los faders de los canales de retorno, o en todo caso apagar los canales de retorno. El problema del «bypass», para mi gusto, es que el efecto deja de sonar cuando lo activas pero el nivel de la señal limpia enviada al efecto aumenta considerablemente, y en algunas mesas hasta genera filtro de peine al no tener compensación de delay).

Así que termino la prueba, guardo la sesión, bloqueo la mesa y espero tranquilamente a que empiece el show. El técnico asistente, antes de empezar, desbloquea la mesa para poner música ambiente.

Y empieza el concierto, y yo no escucho la reverb. Subo más el envío y sigo sin escucharla. Miro los canales de retorno y está llegando señal. Compruebo el procesador de efectos y está en «bypass«. El técnico asistente, supongo que sin querer, había pulsado una de esas teclas de acceso rápido donde tenía configurado el «bypass» de ese efecto. Así que el primer tema del concierto lo hice sin reverb en la voz, hasta que me di cuenta de dónde venía el problema.

Conclusión

La solución a todo esto es muy sencilla, y creo que ya la he aprendido: Siempre, siempre, cargaré la escena antes de empezar una actuación. Aunque entre la prueba y la actuación esté convencido de que la mesa no se ha modificado. Nunca sabes quién puede andar por allí, y realmente no cuesta nada hacer un recall

 

 

Optimizando el flujo de trabajo en mesas de mezclas digitales

Una de las cosas más importantes en directo es tener acceso rápido a cualquier función en una mesa de mezclas digital, optimizando nuestro flujo de trabajo.

Con las mesas de mezclas analógicas, la rapidez depende principalmente de lo que tardemos nosotros en llegar con la mano al parámetro que queremos modificar. Pero en las mesas digitales, que cada vez se fabrican en formatos más reducidos y con menos controles físicos, en ocasiones tenemos que navegar por múltiples menús para llegar a la opción que queremos modificar.



La navegación entre menús puede ser más o menos rápida dependiendo del diseño de la mesa digital, pero aún así, podemos llegar a tardar varios segundos en acceder al parámetro deseado.

Ahora imagina el siguiente caso: Estás sonorizando un concierto con una mesa digital y tienes una realimentación en una frecuencia concreta que quieres eliminar con un ecualizador gráfico. Pero para llegar a ese ecualizador, tienes que acceder al rack de efectos de la mesa, seleccionar el ecualizador que quieres modificar, y desplazarte con un pequeño potenciómetro hasta la frecuencia que queremos atenuar. Y tardas 7 segundos en hacer todo ese proceso.

7 segundos en directo son un mundo, y 7 segundos con un acople mientras llegas al procesador y lo eliminas puede hacerte quedar muy mal, aunque supieses perfectamente dónde tenías el problema y cómo lo querías eliminar.

Ese mismo ejemplo lo podemos extrapolar a cualquier otra función típica, como asignar una reverb o modificar sus parámetros, hacer un envío a través de un bus auxiliar… la rapidez de acceso es vital en directo, y ahí entra en juego una parte muy importante de las mesas digitales: Las teclas definibles por el usuario.

User Defined Keys en mesas de mezclas digitales

Yamaha, en el año 2001, lanzó al mercado una de las primeras mesas digitales pensada para los grandes eventos en directo , la PM1D. Y ya contaba con una sección de «User Defined Keys», o lo que es lo mismo, teclas definidas por el usuario con las funciones a las que más rápido queramos acceder. Anteriomente, modelos no enfocados directamente al mercado de la sonorización en directo, como la Yamaha 01V96 o la 02R, ya contaban con estas teclas configurables.

User Defined Keys en la Yamaha PM1D

User Defined Keys en la Yamaha PM1D

A partir de ese momento, las teclas personalizables por el usuario han sido una constante en muchas mesas de mezclas digitales de directo, lo que da una flexibilidad de trabajo muy importante.

El fabricante sabe que los usos que le podemos dar a su mesa son muy variados, y por ello deja una sección de botones configurables en mayor o menor medida: No tenemos las mismas necesidades en una sala de conciertos, en un teatro  o en un plató, y sin embargo, en algunas ocasiones, podemos encontrar un mismo modelo de mesa en todos estos lugares. Por ello, es también lógico poder modificar al gusto ciertas partes de la mesa.

Un ejemplo sencillo: Yamaha LS9 – M7CL

Veamos un ejemplo sencillo del aprovechamiento de las «User Defined Keys» en unas mesas clásicas de Yamaha, como pueden ser la LS9 o la M7CL.

ls9

User Defined Keys en LS9: 12 teclas perfectamente personalizables.

En estas mesas, tenemos 12 teclas totalmente configurables. Yamaha tiene una función denominada «Page Bookmark» con la que nos permite guardar cualquier pantalla de la mesa en cualquiera de estas 12 teclas, lo cual resulta muy útil para acceder a cualquier sitio de forma muy rápida.

En una configuración de pequeño directo, yo suelo asignarme en esas teclas los grupos de mute, el acceso a los ecualizadores gráficos en caso de utilizarlos, el tap tempo del delay, el bypass de los efectos… En estas mesas el acceso a los envíos a buses es muy rápido, con lo que no es necesario (al menos para mi) asignarlos a los «User Defined Keys.»

Por ejemplo, nuestras User Defined Keys podrían quedar así:

  1. EQ Gráfico Mix 1
  2. EQ Gráfico Mix 2
  3. EQ Gráfico Mix 3
  4. EQ Gráfico Mix 4
  5. EQ Gráfico Mix 5
  6. EQ Gráfico Mix 6
  7. Bypass FX 1
  8. Bypass FX 2
  9. Mute Group 1
  10. Mute Group 2
  11. Talkback ON
  12. Tap Tempo Rack 4

Un ejemplo más complejo: Midas M32

Las mesas Midas M32 o la Behringer X32 dispone de una sección de teclas personalizables terriblemente potente: 4 controladores rotatorios con pantalla, 8 botones y 3 capas (lo que hace un total de 12 controladores rotatorios y 24 botones personalizables).

Teclas personalizables en Midas M32

Teclas personalizables en Midas M32: Con los botones SET elegimos la capa de trabajo.

Semejante cantidad de controles hace que las posibilidades de personalización en esta mesa sean enormes. Estos fabricantes nombran las diferentes capas como «A», «B» y «C»

Yo, personalmente, utilizo las 3 capas en sonorizaciones en directo de la siguiente forma:

Capa A: Envíos a monitores. En esta capa sitúo los envíos a monitores en modo «Sends on Faders». El botón 5 es mi envío 1, el botón 6 es el 2 y así sucesivamente hasta el envío 8, suponiendo que no tengo más de 8 envíos. No utilizo los rotatorios pero me los marco de color azul para saber a simple vista que estoy en la capa de monitores.

Capa B: EQ Gráficos. Si estoy utilizando ecualizadores gráficos, en esta capa me sitúo los accesos directos a ellos. No utilizo los rotatorios pero me los marco de color verde.

Capa C: Efectos. Aquí me configuro los accesos directo a los envíos a efectos y el tap tempo. También aprovecho los potenciómetros rotatorios (de color rosa, como los retornos de los efectos) para ponerme los parámetros de los efectos que me interesa tener más a mano, como puede ser los decays de las reverbs o las figuras rítmicas de los delays.

De esta manera, consigo tener un montón de funciones a mano, que de otra manera tendría que buscar entre múltiples menús y botones de la mesa.

¿Y vosotros?

¿Cómo le sacáis partido a las «User Defined Keys»?