Los niveles de SPL en conciertos.
La audición, como el resto de sentidos, es un bien preciado del que no siempre somos conscientes. Si estamos habituados a escuchar bien, nos parecerá algo natural y puede que no le prestemos atención. Pero si surgen problemas, puede que sea demasiado tarde para cuidar nuestros oídos: La audición, una vez perdida no se recupera. Y la exposición a altos niveles de SPL (Sound Pressure Level, o lo que es lo mismo, nivel de presión sonora) es el principal causante de pérdidas auditivas.
Personalmente, hace mucho tiempo que me cuido los oídos. Afortunadamente, fui consciente prácticamente desde el inicio de mi vida profesional en el sector del sonido de que la audición es algo que hay que cuidar mucho. Me hice hace años tapones a medida (con diferentes filtros que atenúan diferentes niveles de SPL) y los utilizo siempre que voy a estar expuesto a más ruido del que considero aceptable. Si os dedicáis profesionalmente a esto y no lo habéis hecho aún, por favor, encargad ya unos tapones a medida para vuestros oídos para evitar problemas.
Por otro lado, como profesional del sonido directo, he estado en muchos conciertos donde el nivel era, en mi opinión, mucho más que excesivo (y seguro que vosotrxs también, ¿verdad?). En ocasiones, ese exceso de SPL puede estar relacionado en algunos casos con que la persona que mezcle sufra pérdidas auditivas (probablemente la enfermedad laboral más frecuente en esta profesión), lo que se suele ver reflejado además en un exceso de alta frecuencia en la mezcla. En otros casos, simplemente hay personas que mezclan en directo a todo lo que de el sistema que tengan disponible, consiguiendo incluso espantar a parte del público, lo cual entiendo que es contraproducente para el espectáculo.
Desde luego, esto debería estar regulado (y lo está) pero no siempre se vigila el cumplimiento de la legislación.
También conozco lo contrario: personas que intentan mezclar a niveles bajos, para un mejor confort acústico, y puede ocasionar que en ocasiones el público que se queje de que el concierto sonó demasiado bajo de nivel.
Las comparaciones (de niveles de SPL) son odiosas.
Recuerdo que hace unos meses estuve mezclando algunos grupos en un festival de rock. La verdad que yo no soy partidario de trabajar a grandes niveles de SPL, porque creo que más SPL no es mejor sino todo lo contrario: Me gusta la dinámica en las mezclas y también intento no provocar daños auditivos ni a la audiencia ni a los trabajadores de los eventos, así que intento trabajar a niveles moderados siempre que la situación me lo permita.
En el caso que os cuento, el grupo cabeza de cartel sonó a bastante nivel de SPL, al menos para mi gusto. Y cuando me tocó mezclar a mí después al grupo que cerraba el festival, pues arranqué el show un poco más bajo. Un conocido mío, que estaba entre el público, acudió al control a decirme que se escuchaba bajo, y pedirme que lo subiese. Si lo comparábamos con el grupo anterior era verdad: se escuchaba a menos nivel. Y sin embargo, para mí, el nivel era más que suficiente para un concierto de rock. ¿Quién tenía razón?
Pues creo que los dos teníamos parte razón. Si tú comparas un sonido con otro, evidentemente puedes llegar a la conclusión de que está bajo (y además te va a parecer siempre que el que tiene más volumen suena mejor: ¡maldita psicoacústica!). Si a otra persona le parece un volumen suficiente, pues tampoco hay mucho más que objetar sobre eso.
En fin, todo es relativo según la tolerancia de cada uno… ¿no? ¿O quizás debería haber líneas rojas que no deberíamos cruzar?
Aquí entra en juego la seguridad: ¿a qué niveles deberíamos trabajar de forma segura? Y recalco las últimas palabras, «de forma segura«, que se refieren a no dañar a nadie y a no dañarnos a nosotros mismos.
OSHA y NIOSH
Buscando información sobre los niveles de trabajo aceptables, recomendables o seguros, recordé que Smaart, el software de medición de Rational Acoustics, tiene dos escalas de medición del tiempo de exposición al ruido: OSHA (O) y NIOSH (N).
OSHA son las siglas de Occupational Safety and Health Administration. NIOSH son las siglas de National Institute for Occupational Safety and Health. Serían algo así como la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, ambas entidades estadounidenses.
Estos organismos tienen publicadas unas tablas que relacionan niveles de exposición medidos en SPL(A), una ponderación que tiene poco en cuenta en la medición las frecuencias graves, pero que mide muy bien las frecuencias que más daño auditivo pueden provocar (esto no quiere decir que las frecuencias graves no puedan provocar daños en la audición), según el tiempo de exposición.
Las tablas son estas:
OSHA | OSHA | NIOSH | NIOSH |
---|---|---|---|
SPL (dBA) | Tiempo de exposición
máximo (horas:minutos) |
SPL (dBA) | Tiempo de exposición
máximo (horas:minutos) |
85 | 16:00 | 82 | 16:00 |
90 | 8:00 | 85 | 8:00 |
95 | 4:00 | 88 | 4:00 |
100 | 2:00 | 91 | 2:00 |
105 | 1:00 | 94 | 1:00 |
110 | 0:30 | 97 | 0:30 |
115 | 0:15 | 100 | 0:15 |
120 | 0:07 | 103 | 0:07 |
Si nos fijamos, NIOSH es mucho más restrictiva que OSHA.
OSHA marca unos límites de exposición al ruido aceptables a nivel laboral, pero que sin embargo, no garantizan que no pierdas audición.
NIOSH marca unos límites de exposición al ruido para garantizar la seguridad del oyente: por eso son más restrictivos.
Si vamos a mezclar un concierto en directo de 2 horas, los niveles de SPL (A) no deberían de pasar de 91dB si queremos garantizar la seguridad de la audiencia, lo cual puede parecernos poco, habituados, al menos en España, a niveles de exposición más altos. Y además en ocasiones, dependiendo del ruido del entorno, 91dB (A) pueden ser directamente impracticables: eso también hay que tenerlo en cuenta.
Subir 3 dBs de SPL nuestra mezcla, supone reducir 1 hora los tiempos de exposición aceptables.
Y desde luego, mezclar por encima de 94dB SPL(A), ya reduce los tiempos de exposición de una manera alarmante.
He nombrado OSHA y NIOSH porque Smaart integra esas tablas en sus mediciones de exposición, pero generalmente cada país tiene un organismo que vela por este tipo de regulaciones y recomendaciones. En España, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo redactó una guía técnica para la evaluación y prevención de los riesgos relacionados con la exposición de los trabajadores al ruido. En ese documento, aparece la siguiente tabla que marca los tiempos máximos de exposición de los trabajadores al ruido:
Medir la exposición al ruido para aumentar la concienciación.
Hace tiempo que adopté la costumbre de monitorizar los niveles de SPL con los que trabajo. Smaart desarrolló a partir de su versión 8 un módulo estupendo para medir SPL, y eso me permite varias cosas.
La primera de ellas es cumplir con la legislación y conocer los márgenes que tengo a la hora de trabajar, monitorizando mis niveles con diferentes ponderaciones temporales.
La segunda, es mantener una consistencia de mezcla entre todos los shows de una gira: No mezclo más fuerte o más flojo según mi estado de ánimo o mi cansancio, sino que intento mantener los niveles que he establecido para mi mezcla de un día a otro.
El tercer objetivo que consigo con la medición de SPL es medir la exposición al ruido. Puedo conocer cuanta «dosis» de presión sonora he recibido, y qué porcentaje supone eso frente a los límites establecidos por OSHA y NIOSH. Esto es una manera sencilla de ser muy consciente de los riesgos que podemos estar asumiendo.
Es importante tener en cuenta que para poder medir niveles de SPL necesitamos un calibrador y un micrófono de medición. Lo ideal sería que el micrófono fuese capaz de resistir niveles de pico de unos 140 dB SPL (una medición que nos marque 100 dB(A)SPL puede tener picos de casi 140 dB(C)SPL).
También sería interesante que el micrófono tenga una sensibilidad no demasiado alta, para que no distorsione tampoco a la entrada de nuestra interfaz en el caso de exponerse a niveles fuertes. Si el micrófono soporta 140dBSPL pero con esa presión me genera un voltaje de +20dBu, puede ser que distorsione en la entrada de la interfaz. Un micrófono recomendable para estos propósitos puede ser, por ejemplo, el EMX-7150 de iSEMcon, que tiene una sensibilidad de 6mv/Pa, lo que supone que a 140dBSPL genera en su salida +4dBu.
En la imagen superior, os muestro la medición de niveles de SPL de un concierto de rock que mezclé recientemente. La línea de color naranja nos muestra la medición de SPL LAeq10, lo que muestra un promedio durante 10 minutos, mostrándonos el nivel equivalente. En morado, tenemos la medición SPL LAeq1, que es lo mismo pero utilizando un promedio temporal mucho más corto, de 1 minuto. Podemos ver, por ejemplo, que antes de arrancar el concierto el nivel de ruido del público (y de la música de ambiente) era de unos 86db LAe10 SPL.
El LAeq10 me permite conocer con más precisión el nivel medio que he mantenido durante el concierto (en este caso, entre 93 y 95 dbA SPL). El LAeq1 me permite ver los niveles de cada canción, por ejemplo.
(Tenéis una explicación más detallada sobre mediciones Leq aquí: https://siafa.com.ar/notas-tecnicas/promediando-energia-sonora)
En la siguiente gráfica vamos a ver lo mismo que en la anterior, pero esta vez era un concierto de folk, con público sentado y callado:
En este caso, el nivel del concierto es más bajo, oscila entre 85 y 92dBA SPL, y el ruido del público antes de empezar era unos 10 dBs menor que en la otra gráfica. Durante el espectáculo, el público estaba en silencio, lo que nos muestra esos picos de caída entre canciones que llegan hasta menos de 60dBA Leq1. Evidentemente, en ambas gráficas podemos observar que el nivel fluctúa a lo largo del espectáculo. Por supuesto, durante un concierto tiene que haber cierta dinámica, canciones más intensas, canciones más tranquilas, y no queremos ofrecer un espectáculo plano y con todos los temas al mismo nivel. Pero sí buscamos una coherencia sonora.
Legislación
En la web dblimits.com, del fabricante iSEMcon, encontramos esta tabla con los niveles máximos de SPL en conciertos en algunos países:
Country |
dBlimits |
Notes |
Germany | 99dB(A) & 135dB(C) | LAeq 30 minutes average as per DIN 15905-5. Higher value: LCpeak |
UK | 107 dB(A) (140dB(C)) | HSE recommendations- First value Event-LAeq- Event length average. Higher value LCpeak |
France | 102 dB(A) (118dB) | 102dB LAeq15 / 118dB LCeq15 updated 11.11.2019 |
Netherlands | 103dB(A)LAeq15 | as per (www.vnpf.nl) «Agreement prevention hearing damage in the music sector»added 13.11.2019 |
Belgium | 100dB(A)LAeq60 or 102dB(A) LAeq15 | Highest category shown: requires full evironment license. max level never exceeded updated 13.11.2019 |
Italy | 95 dB(A) (102 dB(A)) | Higher value: LASmax |
Austria | 100 dB(A) resp. 93 dB(A) | LAeq 1 minute average. Higher value for concerts and music halls |
Sweden | 100 dB(A) (115 dB(A)) | Higher value: LAFmax – 97 dB(A) if children are on site |
Norway | 99dB(A) & 130dB(C) | LAeq 30 minutes average. Higher value: LCpeak added 13.11.2019 |
Switzerland | 100 dB(A) (125 dB(A)) | LAeq1h hour average- Higher value LAFmax. 93dB(A)LAeq1h limit if children are present. |
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If SPL avg >96dB(A) and exposure time ? 3h- LAeq5min has to be recorded- time stamped and held for 1/2 year (180days). If exposure time exceeds 3h- a 84dB(A) silent area has to be installed. Minmum size is 10% of venue. updated 12.11.2019 |
USA | ??? Most cities have provisions relevant to this subject | see Noise Ordinances (Robert C. Chanaud. Ph.D.) Chapter 7.2 Public Address Systems & Appendix A and NIOSH: Places of public entertainment. |
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PROVISIONS: e.g. Salt Lake City 95 dB(A) at a position that would normally be occupied by a patron and 100 dB(A) at other positions Anchorage sets maximum levels for any patron at 90 dB(A). Los Angeles requires warning signs and limits noise exposure to 95 dB(A) at any position normally occupied Colorado Spring limits the sound levels to 80 dB(A) at residential locations. |
WHO (World Health Organization) | 100 dB(A) 4h, 110dB(A) Fast | Up to 5 concerts per year Higher value: LAFmax |
Vemos que España no aparece en la tabla, y es que aquí cada municipio puede regular el ruido como considere oportuno. En una ciudad podemos tener unos límites y en otra, otros. Algunas Comunidades Autónomas son más restrictivas o incluso más vigilantes con este tema que otras.
En mi ciudad, Zaragoza, la Ordenanza para la protección contra Ruidos y Vibraciones en el término municipal de Zaragoza, en su artículo 22 indica lo siguiente: «Actividades musicales al aire libre. Limitación del nivel sonoro que con carácter general no podrá superar en ningún caso los 90dB(A), medidos a una distancia de 5 metros del foco sonoro.» En el Anexo III, aclara que la medición ha de ser LAeq1.
90dB LAeq1 es, en mi opinión, un nivel prácticamente imposible de cumplir para conciertos en directo de ningún tipo, y si lo comparamos con los niveles de los países europeos de la tabla anterior, vemos que está muy por debajo.
Quizás sería conveniente que, poco a poco, estas normativas fuesen modificándose para utilizar métodos de medición más realistas (LAeq10, LAeq15…) y niveles que se puedan cumplir.