Rompiendo una lanza a favor de las configuraciones de subgraves en LR
Hasta hace relativamente poco tiempo, no existían los analizadores multicanal, ni nos preocupaba excesivamente la relación de fase. La industria ha evolucionado muchísimo en muy poco tiempo, y hoy en día hasta existe una asignatura de «Ajuste de Sistemas de Sonido» en el plan oficial del Ciclo Formativo de Grado Superior en Sonido para Audiovisuales y Espectáculos.
Actualmente casi cualquier técnico de sonido en directo sabe generar una función de transferencia con Smaart, Sat Live, Pure Analyzer o cualquier otro software. Todos hablamos de arreglos cardioides, arcos virtuales, líneas y delays, pero lo más importante de esto es, a mi parecer, aprender cuándo aplicar tanto conocimiento y fundamentalmente, cuándo no hacerlo.
De un tiempo a esta parte, tengo la sensación de que se ha extendido la creencia de que las configuraciones de subgraves en LR son configuraciones erróneas que se deberían evitar a toda costa. El amplio conocimiento de los pasillos o cancelaciones que genera esta configuración ha hecho, a mi parecer, que algunos técnicos huyan de esta opción como de la peste. Incluso vídeos como este, del excelente canal de Jose Martí Faus, se pueden interpretar como que no es una configuración ideal… pero ¿realmente es una opción siempre tan mala?
Bueno, pues aquí llego yo a romper una lanza a favor de la configuración en LR. Yo la utilizo mucho. Y es, en bastantes ocasiones (no siempre), mi configuración elegida.
Así que en este artículo voy a tratar de argumentar mis criterios para poner en valor este tipo de configuración, con sus ventajas y sus desventajas. No voy a negar que la configuración de subgraves en LR presenta problemas, pero como todo, también tiene grandes ventajas.
¡Vamos a ello!
Subgraves en LR
Teóricamente, una configuración de subgraves en LR nos va a generar sumas en el centro y diversas cancelaciones en diferentes frecuencias y posiciones dependiendo de la separación de los subgraves. Normal, al haber dos señales coherentes llegando a distinto tiempo a la zona de audiencia es inevitable.
Esto, lo podemos ver muy claramente con cualquier software de predicción acústica. En el siguiente video muestro dos subgraves en LR, con una separación entre ellos de 8 metros, y una posición de escucha de un espectador que no está en el eje, sino un poco desplazado. Vamos a ver un mapa de presión sonora que va cambiando en función de la frecuencia:
Si medimos en ese punto donde aparece el muñeco situado en el vídeo tendríamos estas respuestas en frecuencia:
En el caso de la predicción sin paredes, tenemos una pérdida significativa (unos 10dB) desde 85Hz hasta 125hz (1/2 octava más o menos).
En el caso de la predicción con paredes, la respuesta es mucho más caótica pese a tratarse de la misma configuración: Sumas y cancelaciones bastante evidentes distribuídas a lo largo de todo el espectro, siendo más significativas en la zona entre 93 y 110Hz.
Desde luego, no estamos consiguiendo una respuesta ideal en ese punto, pero… ¿realmente es tan mala? Además, creo que debemos tener en cuenta algunas cosas importantes:
- Los software de predicción son aproximativos. Nos orientan de por dónde pueden ir los tiros, pero en la vida real todo es muy distinto. Los software no tienen en cuenta cosas como la arquitectura de la sala, el público ni mucho menos la sensación acústica de cada persona del público.
- Asumámoslo, trabajamos para personas normales, no para técnicos de sonido. Donde nosotros oímos una cancelación en 80Hz, una persona normal está mirando al escenario y disfrutando del momento.
- No siempre disponemos de la cantidad de subs que nos gustaría.
De cualquier forma, reconozco que la configuración en LR en muchas ocasiones será mejorable. Pero planteémoslo ahora de otra manera, ¿cuánto nos va a costar mejorarla?
Principio de Pareto
Aunque ya he hablado de Pareto en alguna otra ocasión en este blog, no me importa volver a traerlo de vuelta porque le veo muchísima aplicación en el mundo del directo. Citando la Wikipedia: «El principio de Pareto, también conocido como la regla del 80-20 y ley de los pocos vitales, describe el fenómeno estadístico por el que en cualquier población que contribuye a un efecto común, es una proporción pequeña la que contribuye a la mayor parte del efecto.» El ejemplo típico de esto es la afirmación de que el 80% de la riqueza está en manos del 20% de la población. Pero se ha demostrado que este principio se cumple en numerosos otros casos, y para mí en el tema de los subgraves también funciona.
Mi planteamiento es el siguiente: Con el 20% del tiempo invertido en montar los subgraves, con una configuración en LR llego rápidamente a un resultado que me da el 80% del resultado respecto a la mejor situación posible. Y en ocasiones eso nos puede interesar, y mucho. Especialmente, cuando no vamos muy sobrados de tiempo en el montaje.
Montar y ajustar unos subgraves en LR es, en mi opinión, la configuración más rápida que podemos hacer. Sabemos que no es perfecta (pocas cosas hay perfectas), pero es muy rápida. Y el resultado no es, generalmente, tan malo. Podríamos mejorarlo si tenemos equipo suficiente (no siempre se da) y tiempo suficiente (que tampoco siempre lo tenemos). Pero por favor, erradiquemos esa fobia al LR que a veces se palpa en el ambiente.
Un ejemplo
Me llamó por teléfono un antiguo alumno, para pedirme opinión. Tenía un concierto en un espacio muy grande y tenía que montar 12 cajones de subgraves y un sistema de line array volado relativamente grande. Nunca había montado tanto equipo y me contaba que había pensado hacer un arco virtual con los subgraves, para distribuir de forma más homogénea la presión del grave. Sin embargo, NUNCA había hecho un ajuste de este tipo. Además, para hacer el ajuste sólo tendría, en la mejor de las situaciones de 1 hora de tiempo.
Evidentemente, este es un caso en el que, para mi, no tiene sentido complicarnos buscando el ajuste perfecto. Con tan poco tiempo disponible (y teniendo en cuenta que nunca había hecho ese tipo de arreglo), tras analizar un poco la información que me proporcionó, mi propuesta fue hacer una configuración en L y R con 6 subgraves por lado. Sabemos que va a haber pasillos, pero la cobertura será más o menos amplia y el ajuste del sistema nos debería llevar muy poco tiempo.
Es verdad que se podía haber calculado previamente la configuración del arco virtual, pero una cosa es la teoría y otra el llevarlo a la práctica en un espacio real.
Conclusión
Llegados a este punto del artículo, creo que he argumentado mi opinión sobre la utilidad de este tipo de configuración de subgraves en ciertas situaciones. Buscando documentación sobre este tema, recordé un excelente artículo en el blog de Fedele de Marco en el que hace una argumentación mucho más precisa y detallada a favor del LR que la que yo planteo aquí. La verdad que recomiendo su lectura. Pero me quedo especialmente con sus últimas palabras en defensa de la configuración LR, que me tomo la libertad de transcribir aquí: «La configuración ideal no existe. Existe el mejor compromiso para una instalación específica. Si una habitación es larga y estrecha como para necesitar unos subgraves que garanticen suficiente Q, entonces una línea de subgraves es la elección obvia. Pero en todas las demás situaciones, no desprecies un «regreso a nuestro pasado», que tarde o temprano será nuestro «regreso al futuro».»
Me encantará leer vuestras opiniones al respecto de este tema, así que si has llegado hasta aquí, te animo a dejar un comentario 🙂