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La alimentación phantom (La amenaza fantasma)

Pues si, compañeros, hoy vamos a hablar de la tan utilizada alimentación phantom y los peligros que puede conllevar, especialmente al conectar nuestros reproductores de audio con salidas desbalanceadas (ordenadores, teléfonos móviles) a una mesa de mezclas.

De hecho, luego os contaré una anécdota sobre este tema, pero mejor empecemos por el principio…

¿Qué es la alimentación phantom?

Podríamos definir la alimentación phantom (también conocida como +48v) como un método para suministrar energía a los micrófonos de condensador y a las cajas de inyección activas aplicando un voltaje a los mismos cables que transportan las señales de audio.

Se puede generar alimentación phantom a partir de mesas de mezclas, previos de micrófono o fuentes de alimentación phantom dedicadas.

Los micrófonos de condensador necesitan alimentación para varias partes de su funcionamiento, incluyendo convertidores de impedancia, circuitos de preamplificador y, en algunos casos, para las cápsulas de micrófono polarizadas. La alimentación phantom es una tensión de corriente continua (DC) que puede estar entre los 12 y 48 voltios, aunque este último valor es el más frecuente.

Como se envía a través de los cables de audio, lo único que tenemos que hacer normalmente para aplicarla es pulsar el botón correspondiente en el canal de la mesa de mezclas (o en el previo de micro) al que queramos enviar alimentación.

alimentación_phantom

Botón para activar la alimentación phantom en un previo Universal Audio

Conexionado

Las interconexiones de micrófono balanceadas tienen dos conductores de señal (positivo y negativo) y un conductor de tierra. Con los conectores XLR-3, los pines 2 y 3 son los conductores de señal y el pin 1 es la tierra. La definición de alimentación phantom es una tensión igual aplicada a los pines 2 y 3 con respecto al pin 1.

Para comprobar la alimentación phantom de un mezclador o preamplificador, las mediciones de tensión tomadas entre el pin 2 y el pin 1, y el pin 3 y el pin 1 deberán tener niveles idénticos (normalmente próximos a 48v). No debería haber voltaje entre el pin 2 y el pin 3.

Los voltajes phantom más habituales son 12 V,  24 V y 48 V. El phantom de 48 voltios es el más común y muchos micrófonos requieren de 48 V para un funcionamiento apropiado (aunque no todos. El AKG C414, por ejemplo, sólo necesita 9v). Con un multímetro o un osciloscopio es muy sencillo medir la alimentación fantasma.

osciloscopio_phantom

Medición de alimentación phantom de la interface de audio ART USB Dual Pre. En este caso en vez de 48v proporciona 42,96v

Debido a que el voltaje es exactamente el mismo en el pin 2 y pin 3 con respecto al pin 1, la alimentación fantasma no tiene efecto sobre los micrófonos dinámicos balanceados. Un micrófono dinámico balanceado correctamente  funcionará con o sin la alimentación phantom conectada. Con micrófonos de cinta se recomienda desconectar la alimentación phantom.

Eso si, cuando tenemos la alimentación phantom conectada en un micrófono, antes de soltar el cable XLR deberemos apagar el canal del micrófono a menos que queramos escuchar un terrible chasquido en nuestro equipo de audio. Con los canales de micro que no llevan phantom, podemos tranquilamente soltar el cable XLR sin mutear el canal, y no se escuchará nada si la conexión balanceada funciona adecuadamente.

Splitters y dos mesas de mezcla al mismo tiempo

Cuando utilizamos en una sonorización en directo dos mesas de mezcla (para hacer la mezcla de monitores y la mezcla de P.A.) tenemos dos opciones principales. Hoy en día lo más frecuente es tener un stage rack con previos de micro en el escenario y de allí alimentar mediante un protocolo digital ambas mesas de mezclas, una controlando el previo del escenario y otra aplicando variaciones de ganancia digitales. En este caso no hay ningún problema, puesto que la phantom se activa desde el stage rack.

Pero si utilizamos un splitter analógico para dividir la señal en dos, pueden darse dos opciones principales: La primera es que las salidas del splitter no lleven aislamiento de ningún tipo, por lo que la alimentación phantom puede aplicarse desde cualquiera de ellas. En ese caso, nos pondremos de acuerdo para aplicar phantom sólo desde una de las dos mesas (normalmente desde la que esté más cerca de los micrófonos). Si aplicamos phantom a un canal desde las dos mesas de forma simultánea, no vamos a tener ningún problema, pues el voltaje se mantendrá prácticamente igual (no, no vamos a dañar el micrófono por dar phantom desde dos mesas a la vez).

El problema es que en caso de tener que desconectar un micrófono con phantom, ambas mesas deberían desconectar la alimentación para evitar que se genere un ruido al soltar el cable del micrófono. Por esto, lo habitual suele ser que sea la mesa de monitores, que está en el escenario, la que aplique las alimentaciones phantom.

Otra opción es utilizar un splitter en el que haya al menos una salida directa y otra vaya aislada mediante un transformador. Este transformador bloquea el paso de la alimentación phantom, además de hacer que cada una de las salidas quede aislada de las otra. Así evitamos también posibles bucles de tierra.

Evidentemente, en ese caso, la alimentación phantom debería darse desde la mesa conectada a la salida directa.

stage_Rack_pinanson

Stage Box de Pinanson, con 1 entrada de audio, 2 salidas aisladas por transformador y 1 salida directa.

La amenaza fantasma

¿Y a qué venía el título del artículo? Pues a que aunque la mayoría de las veces la alimentación phantom es inofensiva, en ocasiones tiene el potencial de dañar los dispositivos que no están diseñados para recibirla, y me refiero principalmente a dispositivos con salidas desbalanceadas.

Algunos equipos no balanceados no tienen protección suficiente contra el voltaje de DC y su circuito de salida puede dañarse en el caso de recibir alimentación phantom, lo que requerirá una reparación importante.

La alimentación phantom puede quemar la salida de audio de nuestros portátiles.

El ejemplo típico en directo sería el siguiente:

Llegamos a nuestra mesa de FOH y queremos reproducir música para probar el equipo de sonido. Conectamos un ordenador portátil o un teléfono móvil con un cable minijack 3,5″ a dos conectores XLR. Y accidentalmente encendemos la alimentación phantom y estamos enviando esos 48v a una salida desbalanceada que no está preparada para recibir este tipo de voltajes. ¿El probable resultado? Quemar la salida de audio de nuestro dispositivo (aunque depende del diseño del dispositivo en cuestión, algunos están preparados para prevenir este tipo de accidentes).

Cuidado con hacer llegar alimentación phantom a cualquier salida no balanceada. Podríamos quemar ese dispositivo.

Aunque siempre he sido muy consciente de este peligro, siempre hasta ahora lo había asumido. Al fin y al cabo, lo único que tenía que hacer era asegurarme de que los canales de entrada de mi mesa de mezclas no tenían phantom cuando conectaba mi reproductor de audio.

Y todo fue bien hasta hace unas semanas, cuando un técnico de sonido vino al control de sonido, tocó una mesa que no conocía y sin darse cuenta activó la alimentación phantom de los canales de entrada del cable minijack. ¿El resultado en este caso? Quemó la salida de audio de su teléfono movil y también la de mi ordenador portátil, que tuvo que pasar por el servicio técnico y le tuvieron que cambiar tanto la placa base como el módulo de entradas y salidas. Una buena broma.

Previniendo daños

Este incidente me ha hecho aprender que por mucha precaución y cuidados que uno tome, siempre puede haber factores externos que nos generen daños en nuestro equipo.

Nunca más utilizaré un cable de minijack a dos XLR para conectar el audio de un reproductor portátil a una mesa de mezclas (y vosotros tampoco deberíais hacerlo).

La solución más sencilla para evitar esta desgracia es utilizar un transformador de aislamiento en la salida del dispositivo desbalanceado. Así nos aseguramos de que no pueda llegar alimentación phantom a esa salida. El método más sencillo para hacerlo es situar una caja de inyección pasiva entre el reproductor y la mesa de mezclas.

Por tanto, vuelvo a añadir un aparato más al equipaje que llevo en los directos. En este caso he optado por una caja de inyección activa de Behringer, concretamente la DI20. He elegido esta por su bajo precio y reducido tamaño. De esta forma conectaré un cable de minijack a dos jack TS y de la caja de inyección saco dos XLR a las entradas de la mesa de mezclas (todo esto dando por hecho que la mesa de mezclas no dispone de entradas jack TS o TRS. En el caso de que las tenga, nohace falta conectar la caja).

Habría mejores opciones en cuanto a calidad se refiere, como por ejemplo la Radial Engineering Stagebug SB-5, pero supone mayor desembolso económico, y también un poco más de peso a la hora de añadirlo a la mochila.

Opción barata (Behringer DI 20) y opción cara (Radial Stagebug SB-5) para proteger las salidas de nuestros reproductores.

De cualquier forma, a partir de ahora he ganado en seguridad y estoy libre de la amenaza fantasma…

Si os ha parecido interesante el artículo, agradecería comentarios o que lo compartáis con quien le pueda interesar 🙂