Por qué tu grupo necesita un técnico de sonido en directo

Llevo más de 16 años realizando sonorizaciones en directo. Y sigo sin entender por qué sigue habiendo artistas del ámbito musical que no cuentan en su crew con, al menos, un técnico de sonido.

Veamos, imagina que tú y tus compañeros tenéis un grupo. Dedicáis horas (muchas) a componer, arreglar y ensayar el repertorio. Escogéis con cariño, generalmente, vuestros instrumentos y otros equipos, para conseguir el sonido más adecuado. Y vais a actuar a una sala, concierto o festival con la intención de que el público disfrute del concierto.

Sin embargo, dejáis la tarea de capturar y mezclar y ofrecer vuestro sonido a la audiencia a una persona que no conocéis de nada y que ella a vosotros generalmente tampoco os conoce. ¿De verdad creeis que eso tiene sentido?

Que una banda actúe sin llevar su propio técnico de sonido es como jugar a la ruleta rusa. Puede salir bien, o puede salir mal, pero nunca será una opción segura.

Para mí, esa situación de no tener en el equipo una persona que se encargue del sonido sólo tiene justificación en un proyecto amateur que no cobre por sus actuaciones. En el momento que el proyecto es profesional, y cobra por ello, creo que lo suyo es que una partida de su caché se dedique a pagar los servicios de un técnico de sonido que conozca a fondo el proyecto y pueda encargarse con solvencia de garantizar buenos resultados sonoros.

Hace unos meses estuve de responsable de sonido en un pequeño festival. Todas las bandas que actuaban eran profesionales, en el sentido de que cobraban por ello y además coincide que todas llevaban muchos años trabajando. Pues bien, la última banda que actuó en ese festival no traían técnico de sonido. Lo cual supuso que me tocase a mí sonorizarles (esto es como lo de los abogados en los juicios, si no aportas técnico de sonido se te asignará uno de oficio 😉 ). Desde luego, yo lo hice lo mejor que pude sin conocer a fondo a la banda. Pero he de reconocer que cuando empezaron, cerca de las 3 de la mañana, yo llevaba ya muchas horas encima de trabajo y estaba bastante cansado en ese momento. Lo hice lo mejor que pude en ese instante, pero si yo hubiese sido el técnico de la banda, a parte de conocer el repertorio y los pormenores técnicos del grupo al milímetro, habría estado fresco en el momento de arrancar para poner el 110% de mi capacidad técnica y artística en ese momento. Y los resultados, indudablemente, habrían sido mucho mejores.

En todo momento estoy hablando de un técnico de sonido porque me parece lo mínimo. Lo ideal, por supuesto, serían 2 personas: Técnico de FOH y técnico de monitores.

¿Qué puede aportar un técnico de sonido a tu espectáculo?

Yo creo que muchas cosas, y voy a enumerar lo que creo que puedo aportar yo cuando soy el técnico de un artista o espectáculo concreto.

1. Conocer el repertorio.

Lo primero que hago como técnico de sonido de alguna banda o compañía es conocer el repertorio, al dedillo. Si tienen discos grabados, empiezo por ahí, para tener una idea del concepto sonoro. Después, necesito escuchar los ensayos o acudir a algún concierto, porque los temas suelen estar vivos y sufrir modificaciones con el tiempo, o simplemente a veces hay que adaptarlos del estudio al directo. Es fundamental también hablar con los artistas para conocer el concepto de lo que quieren transmitir al público y darle forma.

Cuando conozco a fondo el repertorio es cuando puedo realizar una mezcla en directo de nivel: sé donde va cada arreglo, conozco los planos que deben tener los instrumentos o puedo ponerte ese efecto en la voz tan chulo al final del estribillo de esa canción.

2. Ayudarte en la producción.

Elaborar un rider técnico de sonido (y mantenerlo actualizado) generalmente es tarea del técnico de sonido. Conocer las necesidades, elegir junto con los artistas la mejor disposición en escenario y seleccionar con criterio la microfonía y los sistemas de monitorado es algo fundamental para maximizar la calidad del sonido de tu espectáculo. Y muchas veces, la persona responsable del sonido tendrá que revisar los contrariders para dar el visto bueno a los equipos que propongan para vuestro show, siempre que estos cumplan con las necesidades técnicas requeridas.

3. Defender tus intereses.

Como técnico de banda me he encontrado equipos mal instalados o en malas condiciones, monitores sin agudos, incluso micrófonos en mal estado o directamente falsos (una vez una empresa supuestamente profesional me intentó colar micrófonos Shure SM58 chinos). Y siempre lo he indicado a los responsables y lo hemos solventado. Si no hubiese habido un técnico de la compañía para revisar eso, sería más difícil que alguien del grupo se hubiese podido percatar y el espectáculo habría sido de peor calidad para el público.

4. Hacer sonar la mezcla como tú quieres que suene.

Fundamental, ¿no crees? Yo he ido como público a ver conciertos de algunos amigos que no llevaban técnico y he escuchado auténticas aberraciones. Desde un día en el que la voz sólo sonaba por el lado izquierdo de la P.A., hasta el técnico que se aburre y se dedica a jugar con el delay en la voz constantemente. Ojo, es verdad que también he escuchado también conciertos muy muy correctos mezclados por técnicos que no eran de los grupos. Pero si el técnico conoce al grupo y el repertorio, siempre debería sonar mejor, y sobre todo, como el grupo quiere que suene.

5. Aportar tranquilidad.

Este punto no lo digo yo, sino que me lo han transmitido muchos clientes/amigos a lo largo de estos años. «Si estás tú al sonido, ya estamos tranquilos». Entiendo que es por un tema de confianza, pero desde luego es algo que el técnico debe de ganarse cada día. Es decir, el primer día de trabajo con un grupo es muy difícil aportar tranquilidad si no hemos trabajado antes juntos. Pero si todo sale bien (que debería salir bien, para eso cobramos) será el inicio de una confianza que poco a poco irá consolidándose y aumentando, generando ese plus de tranquilidad en los artistas, que bastante tienen con salir al escenario como para tener que lidiar con problemas o incomodidades técnicas.

6. Resolver problemas.

Muchas veces los técnicos de sonido de las bandas son una suerte de «Señor Lobo» del sonido, resolviendo problemas sin que además muchas veces nadie se entere de que los había (de eso se trata, ¿no?). También quizás quieras realizar algo menos estándar en tu espectáculo y no sepas la manera de llevarlo acabo. Seguramente tu técnico de sonido de confianza te podrá asesorar sobre la mejor manera de hacerlo.

7. Grabar el concierto.

Grabar un concierto por pistas hoy en día suele ser muy sencillo. Muchas mesas de mezclas digitales son capaces de ser utilizadas como interfaz de audio, lo que significa que si las conectas con un cable USB a un ordenador, puedes grabar el concierto por pistas. Y si no puedes grabarlo por pistas, siempre puedes sacar una copia de la mezcla máster de la mesa y grabarla mediante un interfaz de audio externo. Esto sirve para muchas cosas. Por un lado, tanto los artistas como el técnico podrán escuchar su trabajo de manera crítica, y aplicar mejoras para futuras actuaciones. También sirve para realizar pruebas de sonido virtuales. Y muchas veces, escucho con los músicos el concierto grabado cuando regresamos en la furgoneta, lo que permite comentar la jugada «en caliente».

8. Ahorrar tiempo e ir mejorando tu sonido día a día.

Hoy en día, con las mesas de mezclas digitales y la posibilidad de guardar escenas, tenemos dos grandes ventajas: Nunca partimos de cero al empezar una prueba de sonido, pues tenemos una escena preparada (yo generalmente siempre parto de la escena del último show) y podemos hacer que todo sea mucho más rápido a la hora de probar sonido. La segunda ventaja es que eso permite que la mezcla vaya creciendo día a día: Toda mejora técnica que apliquemos a la configuración de la mezcla será guardada en nuestro archivo de la sesión y la tendremos ya aplicada en el siguiente concierto.

9. Herramientas secretas.

Con esto me refiero a herramientas que el propio técnico aporta para mejorar los resultados. Pienso, por ejemplo, en microfonía selecta que funciona muy bien y no te van a poner en el contrarider. Ayer mismo tuve un concierto en el que aporté para la voz principal un AKG C535, que es un micrófono de condensador ya descatalogado pero que, con algunas voces, funciona de una manera espectacular. Otras veces he utilizado en algún espectáculo puertas de ruido ópticas, cables en Y para duplicar señales con diferentes ganancias para utilizarlas en propósitos diferentes, alguna Lexicon PCM90 para algún efecto concreto… en fin, siempre hay unas cuantas cosas que el técnico acaba aportando para aportar un extra a los resultados sonoros. O por lo menos, yo lo hago, que con los años he ido acumulando algo de cacharrerío sónico que nunca viene mal.

 

En fin, si has leído hasta aquí, formas parte de algún espectáculo musical y hasta ahora no cuentas con un técnico de sonido profesional en el equipo, espero que empieces, por lo menos, a planteártelo. Los resultados serán indudablemente mejores para el espectáculo, los artistas y, por supuesto, el público.

Y si no tienes nadie de confianza cerca, siempre puedes preguntarnos sin compromiso.

 

 

 

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